Su bigote y el cigarrillo. Su cabello blanco peinado hacia atrás. Su pantalón de tela importada con filos de lavandería y los tirantes que abrazaban aquella camisa blanca nube. Y qué decir de sus zapatos? Los recuerdo brillar tanto o más que las piezas metálicas de sus tirantes. Su caminar traía consigo el aire de algún magnate del siglo XX. Era imposible no mirarle. Toda una esencia de muchas cosas, era ese Don Roque Feliz.
Le veía subir como el sol por la calle Sánchez hasta el peatonal de El Conde todos los días; a veces por sí solo, o en compañía de alguno de sus hijos. Era un diestro jugador de ajedrez, a menudo se hacían gentíos entorno a sus partidas cercanas a La Cafetera : “Yeyurria”, “Tocadeti”, “Tribilin”, alguno de los cantos que usaba al ganar o completar una jugada decisiva.
Su silencio era como el de los faroles de la Hostos, al menos yo, nunca le escuché decir demasiado ni siquiera en su casa.
Fue el padre de mi amigo Ismael y el tío de Jonás Muvdi, personas con las que tengo importantes recuerdos de cuando empecé a interesarme por la música hip hop. Padre por igual de la bella y popular Jennifer. Sin duda don Roque Feliz fue y sigue siendo una pieza de la antología urbana de la Zona Colonial. Paz y resignación para su familia, posteridad para su recuerdo...
Con
la triste y lamentable pérdida humana en suelo extranjero del conocido
exponente urbano Monkey Black, se abre como era de esperarse una cascada de
opiniones diversas. He visto los comentarios de apoyo de sus colegas, que
espero y den soporte económico a la familia para traerlo al país, ya que la
mayor parte de ellos “se bucan” y “tienen to’ “, pero esos son otros 500. Están por otro
lado, las opiniones y comentarios de sus fanáticos y la gente que le admiraba y
le seguía fielmente.
Es
un hecho que Monkey Black con sus ocurrencias, dejó su propia marca en el colectivo e hizo reír sin duda alguna a
millones con sus loqueras, yo me incluyo. El hecho de que muchos de nosotros no
hayamos sido fervientes seguidores de su música por una cuestión de preferencia,
educación o cual fuese el motivo, no quita que el pana haya sido muy original en sus
creaciones. Cuando rapeaba, tenía mejores habilidades que muchos de sus
principales detractores del rap más conservador, pero esos, también son otros 100
pesos gente.
Hay otra clase de opiniones conforme al caso del Mono, que son las que en verdad
me han motivado a desahogarme. He visto en diferentes muros de Fb, foros y
redes, comentarios al respecto como: “Gran mi*rda”, “Un chopo menos”, “Bien matao”, entre
otras barbaridades. Al parecer existe una nueva raza de “Seres Perfectos”, que
se sienten en la condición de poder juzgar a otro ser humano con tal severidad,
incluso estando este en la víspera de su propia muerte. Por qué yo soy mejor que Monkey Black?
Porque escucho Soda Stereo, Doble V, Bumbury y Silvio? Porque fui a un colegio privado y
mi papá y mi mamá tienen empleos bien remunerados en el gobierno? Porque me leí un PDF de Marx por mitad y me siento a filosofar en el Parque Duarte con los "filósofos"? Por qué soy mejor que Monkey Black? Cierto, es que su música nunca estuvo a mi altura, por eso ahora que murió, el mundo debe saberlo. Orgasmo!
Esta
clase de comentarios vienen muchas veces de personas que aspiran a una sociedad
mejor y velan por las “buenas costumbres”. Ven en la eliminación de un ente
repulsivo para ellos, la mejoría de su podredumbre de sociedad. Ellos entienden
quizás, que los pecados tienen jerarquía, que maquillar una nómina o hacer algún tipo de fraude, quizás es
menos sucio que ser bug*rrón por una circunstancia de la vida. Son los mismos
que entienden que coger una botella sin trabajar o robarse algún servicio público, es menos despreciable que
hacer canciones que hablen “Del Sol, la Playa y un tro de vaina”. Esta raza de Seres Perfectos y jueces, sí que son toda una sorpresa, y las redes
sociales han hecho del estudio de estos, una labor mucho más
sencilla.
Hay
una fuerte distorsión y se hace más pronunciada conforme y pasa el tiempo. Monkey
Black no se metió a tu casa a robar, ni tampoco te violó a tu hermanita
pequeña. Monkey Black no tiene nada que ver con Loma Miranda ni tampoco fue ese Cardenal que sacó
del país a Josef Wesolowski después que abusó de todos esos niños dominicanos.
Monkey Black no te ha quitado un centavo, sólo fue uno más que vivió como le
dio su gana, se destacó y fue responsable de las consecuencias de su vida. Monkey Black tenía familia,
amigos, y seres queridos como los tiene usted también que se siente con el poder
de Dios para juzgar de manera tan despiadada.
Te
sientes con el valor de cag*rte en el infeliz de Monkey Black, pero te metes la
lengua en el estuche por temor a perder la vida o el trabajo cuando se tratan
de cosas más serias y que de verdad afectan a todos de una
manera más directa e importante. Eso no es ser lacra? Eso no es ser una rata?
Eso no es ser un cobarde? No sé, que sea el barbú que te juzgue, ese no es mi
trabajo y mucho menos el tuyo mi querid@ amig@ multicolor. Una vida es sagrada.
Siempre habrá excepciones en el pensamiento humano con existencias que en su tiempo
sobre la tierra verdaderamente hicieron de la destrucción un oficio; pero
acaso es este el caso de Monkey Black? No te hagaaaaa! Si “Clara
de Huevo” nunca te tripió, por qué ahora quieres expresarte negativamente o
quieres criticar al que se está expresando en solidaridad? CALLESE LA BOCA QUE
A NADIE LE IMPORTA SI USTED NO LO OÍA , SIGA DE LARGO Y RESPETE. Hoy tomé a
Monkey Black como ejemplo, pero esto pasa con todos los muertos famosos o todas
las desgracias que se hacen públicas; el clásico grupito de vacanos que se
molestan cuando el otro se expresa acerca de un tema viral.
Señores, recuerden que esta raza de Seres Perfectos,
muchas veces con pose intelectual, versan de la democracia y de las buenas
costumbres y quieren cambios en la sociedad; oremos para que sus respectivos
psiquiatras o médicos de cabecera tomen cartas en el asunto, antes de que ese virus de
odio e intolerancia pueda hacerse de poder y sucedan cosas como el holocausto
de Hitler y los judíos.
Una
muerte triste, lejos de los amigos, de la familia, de la tierra. Si se la
buscó, acaso deja de ser triste? Acaso deja de ser lamentable? Cuidado con la
raza de “Seres Perfectos”, es la nueva tendencia a seguir. Esperemos que alguien más perfecto que ustedes, no les pase la cuenta pronto...
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